sábado, 30 de noviembre de 2013

Al descubierto

Ya se puede comprar en algunas librerías de mi ciudad natal, Lucena. ¿Qué mejor sitio para que salgan a la calle y den la cara? ¿Eh?

domingo, 24 de noviembre de 2013

Capítulo 32


                                                                             
Desconocida. Anónima. Totalmente. Eso es lo que quería ser. Quizás  por unos días sólo, pero desconocida. Que no la conociera nadie, absolutamente nadie, ni le preguntaran por su salud, ni nada de nada. Una completa extranjera. En su bloque y su barrio se conocían casi todos y eso no le gustaba demasiado de nunca pero no había más remedio. Carmen soñaba con vivir en una ciudad como Nueva York mientras veía fotos de ella en Internet. También se podía pasear vía satélite por la gran manzana y hasta imaginarse que iba caminando sola. Esos momentos constituían el pistoletazo de salida para sus elucubraciones. Podía pensar en la gente que se podría encontrar cara a cara en la calle y si la miraban o no. ¿De qué raza serían? ¿Cómo vivirían? ¿serían ricos o pobres? ¿cultos o incultos?  ¿Se conocerían también en sus bloques y se saludarían o no? Todo estaba abierto a lo posible y a su única imaginación. Como cualquiera de los libros que estaban en casa. Le surgían muchas preguntas sin respuesta pero le parecía que  así era mejor porque tenía ante sí un abanico lleno de posibilidades abiertas en lugar de a lo irremediable y tangible. ¿Parecería una ciudad mundo, englobando dentro de sus entrañas cientos o quizás miles de pequeñas ciudades como decía Lorca? ¿Estarían solos, muy solos? ¿Sería una ciudad sufrimiento? Todo era posible. Como casi todas las grandes urbes, concluía  en ocasiones. Seguramente si o podía ser que a medias, creía Carmen. En la pantalla de su portátil se podía ver casi al detalle cada barrio, cada avenida. Sólo le quedaba adentrarse en el interior de las casas, como el que abre una caja oscura y mira en su interior a ver si hay algo dentro.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Unas frases

¿Pueden unas frases ser el detonante de una historia? ¿Y por qué no? ¿Hay alguien que lo impida? Y si existe esa persona que venga a hablar conmigo que yo le voy a explicar y a contar ésta: la de los asesinos con la sangre muy muy negra.